martes, 21 de diciembre de 2010

y mas


Salta y rebosa mi corazon de alegría al escuchar esa tu voz, mi alma se agita y guarda silencio.

No puedo palabras pronunciar.

Ese corazón se paraliza y se aquieta  esperando la turbulencia pasar para volver a palpitar.

Quiero tu piel tocar, resbalar sobre ella sigilosamente, besando suave y lentamente  tu silueta hasta poder por tus poros penetrar y asi en tu mirada mi posada encontrar.

Que triste dolor, ciega, no puedo tocar, ni respirar, mi alma se eleva lentamente hasta el infinito llegar y allí sobre una nube lagrimas de sangre derramar y en cada una de ellas mis  esperanzas se van  a lo profundo del  mar.

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